Bucovina es famosa por sus monasterios con frescos exteriores pintados, que han sido incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, especialmente los de Voronet, Arbore, Humor, Moldavita, Sucevita, Putna y Dragomirna. Estos tesoros arquitectónicos se encuentran en un entorno natural excepcional entre los valles y ríos de Suceava y Moldavia.
Los bosques centenarios de la reserva de Slatioara están entre los más bellos y bien conservados de Europa, y siguen siendo el hogar de lobos, osos y linces.
La arquitectura de las casas es única y original; auténticos bordados de madera adornan las puertas, los alféizares de las ventanas, los techos de los pozos y las vallas.
Los motivos de las decoraciones son florales o geométricos estilizados.
Un sinfín de imágenes y leyendas, de castillos, palacios y monasterios llegan a nuestros días como un libro abierto.
Éstas han desafiado el tiempo, pero siguen siendo un testimonio del pasado y de la historia de un país.